Resumen:
La malnutrición por exceso es una problemática de salud pública que afecta a la población mundial. En relación a los NNyA, América Latina y el Caribe presentan cifras que superan el promedio mundial, siendo América del Sur la subregión que tiene la prevalencia más alta, afectando a millones de niños y adolescentes. Argentina se destaca como el país más afectado en la región, ya que presenta una proporción elevada de sobrepeso, igual a 16,9%, y de obesidad, igual a 36,5% (UNICEF, 2023).
Esta situación se debe a que en las últimas décadas se produjeron cambios que complejizan el panorama, dando lugar al fenómeno denominado transición nutricional. El mismo está caracterizado por la ingesta excesiva de alimentos ultraprocesados los cuales presentan un alto contenido calórico y bajo valor nutricional ya que son ricos en grasas saturadas, grasas trans, azúcares, sodio y pobres en fibra y micronutrientes (Zapata et al., 2016). Tal como lo establecen numerosas investigaciones, la decisión de compra de estos productos se halla necesariamente influida por factores tales como costumbres, gustos, entorno, preferencias de acuerdo a la edad, precio, tamaño de la porción, presentación, practicidad, etc. Por ello, “es indudable que la información nutricional ha cobrado un interés central para muchos consumidores” (Subsecretaria de Comercio Interior y Secretaría de Agroindustria, 2018, p. 10).
En el artículo 4° de la Ley 24.240 de Defensa del consumidor, se hace mención al derecho a la información, afirmando que la misma debe suministrarse en forma cierta, clara, detallada, debe ser simple y de fácil comprensión, a fin de favorecer la interpretación de las propiedades de los alimentos y, consecuentemente, ayudar al usuario a tomar decisiones adecuadas en la adquisición de productos, ya que los mercados ofrecen una creciente variedad de ultraprocesados. La segunda Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNyS 2), realizada en 2018-2019, proporciona información sobre aspectos relacionados con la nutrición en NNyA de ambos sexos de 0 a 17 años, y en adultos de ambos sexos de 18 años y más. Los resultados muestran que, respecto al rótulo nutricional vigente, sólo un tercio de la población lee las etiquetas, y, de ellos, solo la mitad las comprende, lo cual implica que sólo un 13% de la población estaría entendiendo la información nutricional del envase. Esto muestra que la información disponible en las tablas de composición nutricional no cumple adecuadamente su labor de informar a la población, al ser difícil de encontrar y entender, lo cual provoca que la población no pueda evaluar cuán saludable es un producto (Ministerio de Salud y Desarrollo Social, 2019). Para asegurar que los consumidores tengan acceso a información veraz, sencilla y clara, en el año 2021, Argentina ha respondido a este desafío con la implementación de la Ley 27.642 de Promoción de la Alimentación Saludable. Esta legislación, de enfoque integral, busca garantizar el derecho a la salud y a una alimentación adecuada mediante el etiquetado frontal de advertencias en alimentos y bebidas, la prohibición de publicidad dirigida a niños y adolescentes, y la restricción de la oferta de productos con etiquetas de advertencia en entornos escolares. Esto permite una identificación más clara de productos con exceso de nutrientes críticos y contribuye a reducir su consumo, promoviendo decisiones informadas en la población, especialmente en los NNyA.
La comunicación en salud adquiere una relevancia particular, ya que los medios de comunicación actúan como intermediarios entre el conocimiento técnico y la población. Su función no se limita a la transmisión de información, sino que contribuyen activamente a moldear percepciones sociales, influir en la toma de decisiones y fomentar estilos de vida más saludables. En el caso de políticas públicas, como la Ley 27.642, el rol de los medios de comunicación es determinante, su papel resulta clave no solo para informar sobre la norma, sino también para contribuir a la formación de opiniones y promover la concientización en la sociedad. La manera en que se comunica esta política, puede influir en la comprensión social sobre los riesgos asociados al consumo de productos ultraprocesados y en la valoración de prácticas alimentarias más saludables. Por ello, resulta de interés personal analizar cómo fue abordada la implementación de la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable en medios de comunicación gráficos nacionales y locales, con el fin de identificar los objetivos propuestos de este trabajo.